lunes, 18 de junio de 2012

Nunca Jamás...






La calle de mi infancia... La calle de los sueños, la calle que has de recorrer, la calle de tu cuento por escribir, la calle de la felicidad, allá donde empiezas a recorrer tu vida; la calle de la ignorancia, calle de los deseos, calle llena de "árboles y de pájaros" que no dejan ver mas allá.


Es ahí donde todo empieza, donde ni te das cuenta y ya poco puedes hacer, pues todo ha pasado, y sin mas te das cuenta que el reloj ya no vuelve atrás, dejas de vivir en el Pais de Nunca Jamás, para verte inmerso en una sociedad donde te pisan, agreden, destrozan, consuelan, ayudan, e incluso a veces te enriquecen. Una calle llena de adoquines mas altos o mas bajos, que te hacen tropezar una y otra vez hasta el punto que, no te das cuenta que te has caido una vez mas. Esa calle que te adormece, que te droga para no ver mas allá de la cruda realidad,


Ahí es, cuando empiezas a recordar y añorar, que bajabas despues de hacer los deberes a la calle, sin preocupaciones, para jugar y jugar, hasta que tu madre te llamaba "que era tarde y a dia siguente tocaba madrugón", y bendito madrugón. Es aquí donde realmente la felicidad es ilimitada, no te enteras de na´, solo que te gusta una niña o que yo que se cuando tienes un examen y vas a estudiar el dia antes...


Pues bien, todo ha cambiado, todo está consumado, y la forma que pensabas que eran las cosas, ahora, ni la mitad. Ahora tus palabras si tienen consecuencias, ya no puedes pasarte el dia jugando, ahora no quieres crecer mas, ya no volverás a ser un niño, solo podrás ser "un niño perdido", ya que siempre querrás volver a serlo, o incluso lo serás, pero atrapado en un cuerpo que te obedece menos, que tiene obligaciones y que solo irá a peor.


Por todo esto, siempre quedará esa calle, la de tu infancia, la que te transportará por unos segundos a ese niño atrapado que no volverá a salir, que sin querer, creció.